domingo, 5 de junio de 2011

Vendedores ambulantes

En tiempos de crisis económicas, dice John Walsh, los compradores dejarán de comprar en establecimientos formales.

El comparar precios para encontrar la mejor oferta los llevará, eventualmente, a las calles. Los vendedores informales, por su status de informalidad, venden y ofrecen productos y servicios mucho más baratos que en los asentamientos regulares, quizás por que no deben pagar luz, agua o renta de algún local.

El problema es que el sector informal juega, por lo menos en Bangkok, un papel muy importante en el desarrollo de la nación. 
Pero gran parte de los trabajos que pertenecen al sector informal son ilegales, o tienen algo de ilegalidad en ellos.

Esto vuelve a los trabajos del sector informal terriblemente peligrosos, pues están completamente expuestos a arrestos o acoso de las autoridades, a la par que lo encuentran  necesario pues es un trabajo que carece por completo de seguridad social y demás servicios públicos que el Estado otorga a sus trabajadores regulares.

Pero es tal el asalto visual, que andar por una calle llena de vendedores ambulantes es un golpe a los cinco sentidos. Olores, sabores, colores, sensaciones y ruidos te invitan a comprar todo tipo de cosas mientras transitas por la calle.

El antiguo centro histórico de la ciudad era un claro ejemplo de esto. Las compras de impulso, que te llevaban a adquirir productos que no buscabas y no necesitabas eran la base de la economía informal en una ciudad donde el mercado informal ofrecía productos y servicios que dificilmente se podrían conseguir en un lugar formal a esos precios o facilidades.

Quizás sea un problema, pero ya se demostró, como se dijo con anterioridad, que eliminar y regular este mercado no es la solución...


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