martes, 8 de marzo de 2011

Tepito, No thanks, First World

La ciudadanía, como lo he mencionado antes, es más que legalidad.
Es algo así como un sentido de pertenencia; es aportar y ser parte de algo más grande; pero no algo intangible y casi etéreo como, curiosamente, es el Estado. Es algo más. Son estructuras reales y tangibles, formadas por acciones que se pueden ver y estudiar a simple vista; es comunidad, apoyo entre las personas y estructuras.

Tepito es un barrio mexicano, ubicado en el centro de la capital, que se caracteriza por, en teoría, tener todos estos aspectos que para mi son esenciales y creadores de ciudadanía.

Como barrio creado a mediados del siglo pasado casi exclusivamente para outcasts, Tepito se consolidó como una zona sin ley, alejada de la civilización real, de personas que, casi por azares del destino, carecían de un "modo honesto de vivir", requerimiento principal para ser ciudadano mexicano.

Por su estatus de "despreciados", las personas en Tepito comenzaron a consolidar una especie de mercado informal, usando las calles como su mismísimo lugar de trabajo, en el que, por las mismas condiciones de informalidad, transformó un barrio de por si duro y difícil en un lugar mucho peor.

Mucho peor, sin embargo, para aquellos que nos encontramos ajenos a eso. Ellos, formando sus propias estructuras de poder y de relación con el exterior, formaron una barrera protectora, a través de la cual ni la ley puede entrar en ocasiones, consolidando en el interior un nuevo tipo de sociedad dedicada exclusivamente a la informalidad, pero siempre con un alto sentido de comunidad. Tepito está segmentado, si, pero en necesidad, todos son Tepito.

Y el ejemplo más claro se puede ver con el caso de hace ya tiempo en el que un hombre asesinó a sus dos hijos y por miedo acusó a un tepiteño. Inmediatamente, todo Tepito, o casi todo, se levantó en contra de estas declaraciones falsas y se apoyaron mutuamente.
Quizás no fue el modo, o más bien, nuestro modo, pero lo hicieron.

Entonces, ¿son los habitantes de Tepito, aún careciendo del modo honesto de vivir, ciudadanos? Muchos dirían que no, pero nuevamente habrá que retomar el debate sobre la reestructuración de la idea de ciudadanía. Para ellos, ciudadanía legalmente hablando es intrascendente. Sin embargo, como lo dije al inicio de esta entrada, son, a veces, más ciudadanos que muchas otras personas.

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